En verdad, qué es el ahorro?
Cuando nuestros ingresos se interrumpen total o parcialmente, de manera temporal, nuestros ahorros nos garantizan mantener nuestra calidad de vida. Este es el papel del ahorro. El ahorro es la goma de repuesto de nuestra finanzas.
Cuando estamos ahorrando para completar el inicial para comprar una propiedad o para el gasto del regreso a las clases, en realidad no estamos ahorrando. Estamos pagando anticipadamente, como debe ser, ese bien o servicio que compraremos y cuyo costo no puede ser cubierto con los ingresos del mes en el que hacemos la compra.
Esto es lo que explicamos en nuestros talleres de Educación Financiera y de Finanzas Personales, e increíblemente siempre, todos los participantes muestran asombro. No veían sus finanzas de esa manera.
Tradicionalmente el ahorro se ha asociado a una emergencia, además de los ahorros para pagar por bienes o servicios que implican un alto monto, como dijimos. Hacer esto siempre será más útil que no ahorrar en absoluto.
El ahorro con propósito, juntar el dinero poco a poca hasta llegar al monto requerido para pagar algo, es muy beneficioso. Pero si no llevamos además ahorros para cubrir interrupciones de ingresos, tendremos que usar el que estuvimos apartando para ‘Cambiar los Lente` y nos quedamos sin ver bien.
El Ahorro y la Pobreza
Ingresos. Típicamente las personas tienen ingresos que no alcanzan para los gastos corrientes, y por lo tanto, no queda nada que puede ser ahorrado. Esta situación es real y seria. Nuestra calidad de vida es limitada. Estas limitaciones nos llevan a corrernos muchos riesgos en tema de salud, transporte, alimentación… cada una de las actividades básicas del día se encuentra al límite. Se hacen frecuentes los sucesos que dañan la salud (enfermedades, accidentes) los bienes (electrodomésticos, muebles) nuestros acuerdos (renta, electricidad) y nuestra vida cae en un completo tormento o en una total resignación. Somos pobres.
El Cortoplacismo. Enemigo de la Prosperidad. El ahorro es la única vía infalible para salir de la pobreza. No es la loto, sin embargo, recurrimos más a la loto. Y a esto le mantenemos la fe. ¿Cómo llegamos a confiar más en algo con más del 99.99% de probabilidad de salir mal, que en el ahorro con más del 99.99% de probabilidad de salir bien? La respuesta está en que perdemos la capacidad esperar. Queremos que nuestra solución llegue el próximo sábado, el próximo año. Debemos reconocer que el mundo no se acabará el lunes, ni el día 30. Cuando pensamos así estamos resignados. Somos pobres.
Todas las personas que han logrado ser prósperos han seguido un mismo camino. El trabajo, la disciplina, la perseverancia, y todo el ahorro posible de los ingresos que esto les trae. Apostar por lo que Dios nos puso al alcance, siempre será suficiente.
Para ahorrar hay que tener ingresos. Y nuestros ingresos deben contemplar además de lo que necesitamos para el lunes o para el día 30, lo que necesitaremos para Septiembre, para Diciembre, para el año próximo, para los próximos tres años, para los próximo cinco años, para los próximos diez años, para los próximos veinte años.
Hay que aprender a poner en nuestro presupuesto los gastos del año próximo y los gastos de nuestro retiro. Sólo así nos podrá llegar la prosperidad.
Saber Gastar
Generación de Ingresos. Para empezar hay que tener ingresos. Para tener ingresos podemos usar nuestro tiempo (horas, días), nuestras habilidades y destrezas (bailar, hablar inglés…), o nuestro conocimiento (contabilidad, salud, mecánica…). Si tratamos de producir ingresos vendiendo horas de trabajo nuestros ingresos serán muy bajos, si lo hacemos como cantantes tendremos que ser muy buenos. Pero si usamos el conocimiento, los ingresos serán cada mes mayores y curiosamente, tendremos cada vez más conocimiento. Además el esfuerzo y el tiempo dedicado a producir ingresos es menor cuando lo hacemos a cambio de conocimiento.
¿Queremos más ingresos? Sólo necesitamos tener más conocimiento y saber usarlo para generar dinero (sobre este detallaremos en otra ocasión).
Saber Gastar. Luego hay que saber gastar. Si deseamos tener una condición financiera diferente, no podemos gastar como siempre. No podemos gastar como lo hace todo el mundo. Siempre podrá existir una forma menos costosa para cubrir nuestras necesidades. Si hacemos el recorrido de nuestra rutina diaria podríamos advertir cómo ahorrar en cada bien o servicio que usamos. Pero debemos ser muy críticos. El mejor consejo es hacer esto con la mayor cantidad de miembros de la familia posible y hacer una dinámica para identificar formas de gastar menos.
Si al levantarnos vamos al baño… ¿cómo podemos gastar menos el comprar cepillos y pastas dentales?. ¿Cómo podría consumir menos jabón o pagar menos para obtenerlo?. ¿Cómo puedo ahorrar agua, o papel higiénico? (al límite… lo siento, pero también hay que verlo).
Para ahorrar debemos mirar:
¿Podemos no hacer esa actividad? Nos transportamos más de lo que necesitamos. Esta temporada de pandemia ha demostrado que no es necesario que todos nuestros encuentros y reuniones familiares y de trabajo sean en el mismo lugar. Podemos lograr un objetivo similar (a veces mejor) usando medios digitales que llevan ya varios años a nuestra disposición.
¿Podemos cubrir esta necesidad sin usar ese o esos artículos? Pagamos más innecesariamente. Si nos informamos bien podríamos ahorrar mucho dinero en pañales desechables, productos para el pelo y la piel. Durante esta cuarentena hemos tenido que descubrir que tomando una hora diaria para aportar a la escuela de nuestros hijos, podríamos ahorrar más de la mitad usando un centro más económico, hasta llegar a la educación púbica, es lo que nuestras finanzas permiten. Una hora diaria que estamos desperdiciando en algún lugar.
Si hacemos una revisión de nuestras recetas al cocinar podríamos anular el uso de muchos ingredientes, que además de ahorrarnos en el bolsillo, también ahorraríamos en nuestra salud.
Sabiendo ya lo que vamos hacer y lo que no vamos a hacer debemos mirar entonces:
Fabricar. ¿Estos artículos o servicios lo podríamos fabricar? Creo que esta cuarentena es un momento excelente para el que siempre ha querido aprender a cortarse el pelo. Muchos bienes y servicios que compramos pueden ser elaborados por nosotros mismos a una fracción del costo. Desde una hamburguesa o tiras de pollo, hasta el champú o crema para la piel (o mejor comenzar con el desinfectante o el lavaplatos, podría ser una buena idea).
Incluso si nos gusta tomar una cervecita, vino, o ron, esta temporada es ideal para fabricarlas por nuestra cuenta. Y la materia prima podría ser frutas o cereales que estamos llevando a la basura.
Cuidar. Nada ahorrará mas dinero que cuidar los bienes que tenemos. Hacer que su duración se prolongue. Las baterías del inversor de la casa pueden durar el doble de tiempo si se cuidan adecuadamente. Esto quiere decir que nos podemos ahorrar unos RD$15,000 cada uno a dos años. Ni hablar de los electrodomésticos. Limpiar bien la estufa, hacer el mantenimiento al acondicionador de aire (si tenemos). Si no hacemos una actividad que nos exponga mucho al sudor o la suciedad, nuestra ropa podríamos colgarla simplemente en vez de lavarla, y usarla una segunda vez sin necesidad de lavarla. Ahorramos detergentes, energía, tiempo y vida de la prenda.
Reparar. ¿Qué necesitamos recibir de los bienes o servicios que estamos pagando? Muchas veces pagamos RD$800 por un par nuevo de zapatos, y este nuevo par de zapatos no nos dará la misma comodidad y durabilidad que recibiríamos si pagamos RD$300 reparando los actuales.
Condición de Compra. Podemos comprar una mochila nueva por RD$600 pesos o pagar por una usada en perfecto estado, de mejor calidad que vende mi prima por RD$300.
Momento de compra. Si planificamos mejor nuestras compras, podríamos tener ahorros superiores a la mitad del costo en promedio. Esto es muy importante para bienes y servicios que no se consumen de manera corriente. Si planificamos el cambio de la estufa y podemos aprovechar y ahorrarnos por lo menos un 30% de su precio. Igual puede ser con el cepillo de dientes y ni hablar del celular, computador y televisor… el ahorro puede llegar al 70%.
Lugar de compra. Comprar todo en un mismo lugar es muy conveniente. Pero esto podría aumentarnos el gasto hasta el doble. Si anulamos un viaje al supermercado o pedidos al colmado, y hacemos un viaje al mercado: las frutas, vegetales, víveres, huevos, carnes y casi todos los comestibles, podríamos llegar a tener un ahorro de hasta RD$1,000 pesos en una compra que usualmente gastamos RD$3,000.
En conclusión, ahorrar es una decisión. Nos hace respetuoso hacia nuestras familias, hacia la sociedad, hacia la naturaleza y hacia nosotros mismos.